Cuando hablamos de whiskey, a menudo pensamos en el tiempo. Meses, o incluso años, de espera pacífica en la oscuridad. Pero el añejamiento es mucho más que un simple paso en el calendario; es el momento en el que la verdadera magia ocurre. Es el instante en que el destilado, aún joven y transparente, comienza a dialogar con la madera.

En Huella de Zorro, creemos que el roble no es solo un recipiente, sino un ingrediente fundamental que le da alma a nuestro whiskey.

Más que un recipiente, un ingrediente

El roble es un elemento vivo y activo. Durante el añejamiento, el destilado absorbe los taninos, azúcares y otros compuestos que la madera ha acumulado a lo largo de su vida. Es este intercambio el que le confiere al whiskey su color, su complejidad y una gran parte de su perfil de sabor.

En nuestro proceso, buscamos la máxima eficiencia y control. Por eso, en lugar de barricas tradicionales, utilizamos maduradores cónicos donde el whiskey reposa con chips de roble francés. Este método nos permite una interacción más íntima y precisa entre el líquido y la madera.

El matrimonio perfecto: Roble Francés y Malbec

Nuestra elección no es casual. Optamos por roble francés que ya ha sido utilizado para añejar vino Malbec. Es un matrimonio perfecto que une lo mejor de dos mundos: la destilación artesanal de la Patagonia y la prestigiosa tradición vitivinícola de Argentina. Es una forma de honrar el legado y de crear un producto que no solo tiene carácter, sino también una historia profunda.

¿Qué le aporta la madera? La paleta de sabores

La conversación entre el whiskey y el roble francés ex-Malbec se traduce en una paleta de sabores compleja y deliciosa.

Del Roble: La madera aporta notas clásicas y elegantes como vainilla, especias dulces y un sutil toque a caramelo.

Del Malbec: El legado del vino deja una huella única, con toques de frutos rojos (ciruela y cereza) y un sutil dejo tánico que equilibra el dulzor del maíz.

La magia del Sur: El clima patagónico

El entorno en el que madura nuestro whiskey también juega un papel crucial. En Comodoro Rivadavia, las grandes oscilaciones de temperatura entre el día y la noche actúan como un factor acelerador. El líquido se expande y se contrae constantemente, "respirando" la madera de los chips de roble. Esto genera una interacción más rápida y eficiente, permitiendo que el whiskey extraiga los sabores y aromas de forma más intensa, creando un destilado con un carácter genuino de la Patagonia.

En Huella de Zorro, el añejamiento es un arte de paciencia y precisión. Es el proceso que transforma un destilado en una bebida que cuenta su propia historia, una que va desde la pureza del agua de manantial hasta la complejidad de un roble que ya ha vivido.